No es la primera vez que me dice que se va...
Oí que se cerro la puerta. Espere unos segundos y deje de escuchar todo aquel ruido que el podría hacer. Realmente se ha marchado.
Instintivamente corro a la ventana con la esperanza de que simplemente este detrás de la puerta esperando una reacción mía o reflexionando sobre lo que ha sucedido esta vez. Pero no esta ahí.
Agudizo la vista y a lo lejos alcanzo a ver su figura, cada vez más pequeña, alejandose sin mirar atrás.
Reconozco sus pants favoritos (sucios y rotos) que regularmente usa los domingos para quedarse en casa. Sus tenis, los únicos tenis que conserva. La sudadera gris que compramos juntos en alguno de nuestros viajes y su pelo rebelde y despeinado.
A pesar de estar lejos siento que puedo escuchar sus pasos, su andar pesado pero ágil que tantas veces me hizo esforzarme por seguir para lograr caminar a su lado.
Casi puedo escuchar su respiración pero en ese momento me doy cuenta que la respiración entrecortada es la mía...
Por alguna razón no me pudo mover por unos minutos. Mi mirada sigue fija en aquel punto en dónde lo he perdido de vista. La pequeña puerta se ha cerrado.
Veo todo y a la vez nada... El simplemente ya no está ahí.
Recorro las diez casas que conforman el condominio. En principio todas iguales y a su vez todas tan distintas. Desde afuera se percibe la personalidad de los habitantes. La mayoría de ellos me tienen sin cuidado.
Los foquitos navideños llaman mi atención. Una serie que parece representar copos de nieve cuelgan del lado izquierdo, le sigue una serie tintineante de focos verdes y azules, y para terminar otra seria de muchos colores que prende y apaga sin lógica alguna. Me perturba el desorden con el que han decorado su casa. ¿No se dan cuenta de lo feo que se ve el tener series tan diferentes todas juntas y mal acomodadas? Si van a hacer algo ¿Por qué no hacerlo bien?
De pronto retumba en mi cabeza su último comentario antes de irse: ¡Estas loca!...
Inevitablemente su recuerdo hace que lo buque de nuevo. La puerta continúa cerrada. No hay señales de su presencia.
No se cuantos minutos pasan...
Se abre la puerta, pero es la entrada de los autos. El no tiene coche...
La camioneta negra entra con su convencional estruendo. Ese sujeto si que me da miedo. Siempre escuchando música norteña, incluso puedo verlo con su sombrero, ese que al parecer sólo utiliza dentro de su auto para escuchar música de banda. Puedo imaginarlo con la misma actitud con la que lo veo entrar, pero manejando a gran velocidad entre sembradíos ilegales, huyendo de no se que....
¡Estas loca!.... Suena de nuevo en mi cabeza.
Lola no deja de ladrar ante la llegada de su amo. Salta de un lado para otro. Aparece el segundo perro, no me se su nombré, a él no le gritan tanto como a la pobre Lola. Pero me inquieta más. Camina por la orilla de la barda de la azotea. Dejo de respirar. Si soplara un poco más fuerte el viento lo podría tirar. Mejor bajo la mirada.
Sigo sin entender porque alguien que gasta más de $10000 en una pequeña cerca de jardín no prefiere invertir en poner unas cortinas decentes en las habitaciones del segundo piso. ¿Porqué tapar las ventanas con toallas o póster viejos de artista de los 80tas? Para mi esta más que claro que es sólo una pantalla. Seguramente no se utilizan esos cuartos o tienen algo que no debe ser visto. Ya lo decía yo, ese vecino.... Ay!! Me esta mirando!!!!
¿Sabe que lo he descubierto? ¿Seré su siguiente víctima? ¿Porqué estoy sola justo en estos momentos? ¿Será que Lola realmente ladra pidiendo ayuda o queriendo ponerme en aviso del peligro que todos corremos?
¡ESTAS LOCA!...
Regreso la mirada a la puerta que justo en ese momento se abre. Ella sí que esta loca. La hermana de la señora de la casa uno. ¿Será que algún día me saber el nombre de mis vecinos? Ambas señoras entran presurosas. Parece que vienen del mercado ya que arrastran el carrito de tela que habitualmente llenan de diversos alimentos y que llevan al condominio de a lado en donde vive otro familiar suyo. Sin más las pierdo de vista.
El tiempo pasa, veo todo neblinoso. Por un momento siento que efectivamente ha bajado la neblina. Todo gris, y húmedo... Mis mejillas están húmedas, ahora entiendo el desafoque de la visión. ¡Comienzo a perder la calma!
Dos niños han salido a jugar con su pelota. No se que tiene de divertido pasarla una y otra vez, toco, pateo, toco, pateo, toco, pateo. Ese sonido de la pelota rebotando en cada pared, en sus zapatos sucios, en el cuerpo del más pequeño... ¡El niño grande es un abusivo! Siempre aprovechándose del más débil! ¡Siempre abusando del hermano menor!
"Es tarde, metanse ya!" Escucho gritar a la madre que de pronto me mira ¿Habrá podido escuchar mis pensamientos? ¿Cree que le haré algo a su bestia?
Estas loca... loca... loca...
Y sola!!!
No puedo ver.
Escucho a lo lejos que de nuevo se sobré la pequeña puerta del fondo......
Corro a la cama a seguir "viendo" la película como si nada hubiera pasado.
Yo sabía que regresaría.
María
ResponderEliminar1. Es necesaria una revisión a fondo de la acentuación, también más de tres dedazos. Aquí te dejo solo algunos, pero hay más.
Metanse, No se que, esta loca, se su nombré, El no tiene coche, cerro, espere, deje. Todas estas palabras van acentuadas, a excepción de nombre que no lleva acento. Porqué, va separado; desafoque (creo que es desenfoque); pudo, creo que querías decir puedo. Se sobré, creo que es se abre la pequeña puerta...
2. Un pleito de pareja, donde ella queda como hueca y después empieza a ver qué pasa a su alrededor.
3. “Por alguna razón no me pudo mover por unos minutos. Mi mirada sigue fija en aquel punto en dónde lo he perdido de vista. La pequeña puerta se ha cerrado.” En la anterior escena ya el personaje corrió a la ventana, esta descripción deberían de estar al principio. Ya que con esta misma escena cierras. Intuyo que el otro personaje la cerro al salir, si no es así puedes decir que el viento lo hizo, o que se imaginó que se cerraba.
4. La ruptura entre “Veo todo y la vez nada” y luego el siguiente párrafo donde vislumbras las diez casas es muy cortante, añade una transición.
Por el momento son mis comentarios, me gustó la idea y la manera en que describes, aunque hubiese querido saber más de lo que ella piensa y siente, más que de la descripción física de lo que observa.
¡Nos seguimos leyendo!
Hola María, faltan los acentos en; Espere unos segundos y deje de escuchar todo aquel ruido que el podría hacer. Realmente se ha marchado. Esperé, dejé y él. También en: alejándose. También hace falta a varios sé.
ResponderEliminarAsí como hay un error de dedo en: sabré.
El texto me gustó mucho, creo lograste despertar el interés en el lector.
Hola María, me gustó la descripción, el lector puede paso a paso "ver" y "recorrer" el fraccionamiento o condominio, a la vez que se hace cómplice del sentimiento de abandono de la protagonista. La historia mantiene el interés por ver qué va a pasar.
ResponderEliminarCoincido totalmente con la acentuación, además hay que corregir: "su recuerdo hace que lo buque de nuevo" (omisión de s)
Nos estamos viendo.
Holacomentarios y sugerencias:
ResponderEliminar1.- Hacen falta algunos ecentos yerrores de dedo.
2.- Al leer el texto hay partes en donde los cambios son mur bruscos considero, ya que primero hablas de una cosa y luego cambias a otro, pienso que debes buscar un forma de hacerlo mas sutil, porque es como si miraras todas las escenas al mismo tiempo.
3.- La parte donde dices que regreso, debes ser mas explicita, quien regreso? y darnos algunos puntos para saber quien es la otra persona porque me quede con la duda.
Saludos y perdon por los acentos pero mi compu esta fallando.
Hola María!
ResponderEliminarYa mencionaron el asunto de los acentos, así que a lo que sigue: "En principio todas iguales y a su vez todas tan distintas." La frase que utilizas es el eje de todo el texto? Porque como lo menciona Eva hay "cambios bruscos" que pueden partir de lo alterada que se encuentra la narradora o de que quisiste abarcar mucho. Lo del vecino norteño me distrae, siento que llama más la atención que el texto en general, me gustaría saber más.
Abrazos!
Lo dije en la mañana, pero ahora explico por qué me gustó tanto el texto. Me parece que la tensión que logras mantener es muy buena. En primer lugar, porque la chava que "ve todo" es una canijilla que está segura de sí misma (y también de su chavo) pero también es insegura. Me encantó la frase del final: "Yo sabía que regresaría" porque es justo lo que amarra todo el texto. Bien podría ser una frase de una canción de Juan Grabriel, de José Alfredo Jiménez o de Cuco Sánchez, de Paquita la del Barrio o de Fernando Fernández muy a lo "estás que te vas y te vas y te vas y no te has ido". Es el final perfecto para mostrar la contradicción de la chava: puede ser o sarcástica o lastimera, pero eso sí, lo que vive tiene sentido por la espera y la impaciencia que describes en el texto. Me sentí perdido y encontrado, entusiasmado y preocupado. Este efecto que logras con la niebla me hizo sentir como en el vapor ruso: el vapor es ruidoso e inquietante, pero también relajante y simple. Ver y no ver, sentir y no sentir puede ser angustiante. Estas son algunas de las razones por las que digo que este texto tuyo ha sido el más me ha gustado. Claro que hay que tomar en cuenta el rollo normativo (morfosintáctico y gramatical) que ya se ha tratado.
ResponderEliminarAbrazo y gracias por la lectura.
Excelente la intención dramática, el final y la repetición del estribillo "estás loca". Pésima ortografía y puntuación. Sólo habría que arreglar eso y atender a los otros comentarios de sus compañeros.
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