viernes, 8 de noviembre de 2013

El hijo de la tía Felisa.
Por Naila.
Todos los días tal como lo hacía su madre, después de desayunar dirige sus pasos hacia la tienda. Desde muy temprano la cortina ya se está levantando para abrir sus puertas a quiénes ese día decidan ir a comprarse algo, una blusa, una falda, un vestido. Manuel tiene una tienda de ropa tipo casual, prendas sencillas, económicas. Su mercado es gente del pueblo, de rancherías que van  a la tienda del “Turco”, cuando tienen algún evento especial. Esa tienda tiene más de cincuenta años de existencia. Manuel no sabe con exactitud cuándo se abrió, porque La tía Felisa cada que se le preguntaba cuándo había iniciado con el negocio de la venta de ropa cambiaba la fecha, el año, daba una y otra información, nunca coincidió lo que decía en cuanto a la apertura de la tienda. Manuel en repetidas ocasiones se cuestiona el por qué su madre dada detalles tan diferentes. Al parecer la apertura de la tienda tuvo que ver con el gran amor que la tía Felisa le tuvo al papá de Manuel y quizá por ello no sólo daba datos errados, incluso esquivaba el tema. A pesar que Manuel siempre tuvo la duda, no de saber cuándo se abrió “El Turco, más bien de saber algo sobre su padre y por mucho que insistía sobre el tema de la apertura de la tienda para ver si de casualidad o por descuido la tía Felisa arrogaba algún dato sobre su padre, Manuel nunca logró saber ni una ni otra cosa.
Una semana después de haber enterrado a su madre prácticamente sólo en el panteón del pueblo, que no sólo lo vio nacer, también crecer Tonalá Chiapas. Manuel retomaba su rutina de todos los días para seguir la vida, para vivir ahora más sólo que nunca. Su madre lo educó de forma muy singular, ya que lo hizo un hombre desconfiado, meticuloso, obsesivo, avaro, pero sobre todo callado y gustoso de vivir en soledad.
Manuel tiene familia, un tío en segundo grado que vive en el mismo lugar, con el cual no hay una buena relación porque la Tía Felisa nunca soportó a la esposa. Al referirse a ella decía: esa rodante que vino nada más para atrapar al pendejo de Agustín y él ahí entregándose en cuerpo y alma a ella. La tía Felisa a pesar de su soledad y el cariño que profesaba por su primo Agustín decidió alejarse porque su gran secreto de amor, ella Rosa lo difundió por todo el pueblo. Agustín por boca de su madre se enteró del secreto de amor de la tía Felisa y ni tarde ni perezoso se lo contó con lujo de detalles a Rosa y ésta que no contaba con la aceptación de la Tía Felisa por venganza, se dedicó a regar como pólvora por todo el pueblo, los secretos más íntimos de la tía Felisa. A quién lo que más le preocupaba es que su hijo Manuel se enterará de dicha historia.
Ese día Manuel con la tristeza a cuestas por la recién muerte de su mamá, intentaba retomar la cotidianidad de su vida. Haciendo las acciones de costumbre, barrer la tienda, sacudir la ropa, lavar la banqueta. Recordaba mentalmente paso a paso lo que había pasado los últimos días de vida de la tía Felisa. Quién llevaba una vida aparentemente sana y tranquila. Una semana antes de su muerte amaneció desfallecida. Manuel inmediatamente llamó al tío Ernesto, esposo de una media hermana de su mamá. Tío necesitó que me ayude mi mamá despertó mal, la lleve a Hospital General y me dijeron que no podían hacer nada por ella, que lo mejor es  llevarla a Tuxtla, pero  el viaje en camión no lo aguanta. La ambulancia sale muy cara. Tío écheme la mano y ayúdeme a llevar a mi mamá a Tuxtla. Manuel  con gusto te ayudo. Ahorita mismo voy para Tonalá. El tío Ernesto vivía en una población del mismo estado, a 20 minutos de distancia. Cuando el tío Ernesto llegó Manuel estaba  parado en la puerta listo para trasladar a la tía Felisa a Tuxtla. De Tonalá a Tuxtla se hacen aproximadamente 2 horas de camino. Durante el viaje la tía Felisa medio respondía a las preguntas de Manuel.
-mamá aguante usted, ya vamos camino para Tuxtla allá la van curar.
La tía Felisa medio balbuceaba alguno que otro sonido para decir que sí. El tío Ernesto con nerviosismo pero con cierta precaución conducía su vehículo. El tiempo transcurría la Tía Felisa cada vez más disminuida. El pulso casi no se sentía. De vez en cuando se oía otro que otro gemido de dolor. Llegando al hospital mientras que Manuel bajo apresuradamente para buscar ayuda en el hospital. La tía Felisa le dijo a Ernesto ya no hay tiempo, sólo te pido que Manuel nunca sepa la historia de su padre…
Manuel distraído y absortó en sus pensamientos no  se percató de la presencia de su prima, hija del tío Agustín. Manuel me dijo mi papá que quiere platicar contigo que cuándo puedes ir a la casa o si prefieres él te viene a visitar. Pensativo Manuel respondió: no quiero verlo, no quiero hablar con él, lo que me tenga que decir que se lo guarde. Pero Manuel sabemos que estás solo, que la tía Felisa ya murió, mi papá quiere ayudarte y platicar contigo. Ya te dije que no. Pero Manuel que le voy decir a mi papá. Ya te dije, no quiero verlo. Ese recado dale a tu padre.
Manuel se dio la media vuelta para no ver a la hora que la prima cruzará la puerta. Dubitativo, desconcertado, asombrado se cuestionaba si lo que acaba de hacer era lo correcto. El tío Agustín era la única persona que podía contar la historia de su papá. Pensó en el tío Ernesto, pero él llegó a la familia cuando Manuel era un joven, por lo tanto no había manera que supiera la historia o por lo menos no de forma fidedigna como el tío Agustín. Siempre quiso saber quién fue o era su papá, por qué no se supo nada de él, por qué su madre esquiva el tema, qué había atrás de todo. La única posibilidad de saber lo que realmente había pasado se acaba de desvanecer, que el tío Agustín contara el gran secreto de su vida. Meditabundo siguió arreglando la ropa. Y él mismo se dijo, si mi mamá nunca me quiso contar nada por algo será.


7 comentarios:

  1. Comentarios y sugerencias:

    1.- Algunos acentos que faltaron.
    2.-decidió alejarse porque su gran secreto de amor, ella Rosa lo difundió por todo el pueblo. Agustín por boca de su madre se enteró del secreto de amor de la tía Felisa y ni tarde ni perezoso se lo contó con lujo de detalles a Rosa y ésta que no contaba con la aceptación de la Tía Felisa por venganza, se dedicó a regar como pólvora por todo el pueblo, los secretos más íntimos de la tía Felisa. A quién lo que más le preocupaba es que su hijo Manuel se enterará de dicha historia.
    EN ESTA PARTE DONDE HABLAS DE UN SECRETO NO ENTENDÍ SI SE ALEJO DE SU PRIMO PORQUE ÉL LO SABÍA O NO ENTIENDO EL ENLACE PORQUE LUEGO HABLAS DE ROSA.

    3.- Me confunde un poco porque habla de dos tíos: Ernesto y Agustín, en un principio pensé que Ernesto sería el principal pero después hablas de Agustín, para que no se pierda, define bien su grado de participación en el texto.

    Me gustó mucho el texto, se me hizo interesante un gusto siempre leerte. Saludos.

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    1. De acuerdo con Eva, aunque el acento de "quiénes" del primer párrafo sobra.

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    2. De acuerdo con Eva. En ambas. Si Ernesto y Agustín son tíos, es bueno que se diga, pero que no siempre se les mencione como "el tío Ernesto", "el tío Agustín" pues el lector, aunque no lo quiera, sólo lee "el tío" y se olvida de cuál es cuál (salvo, claro, que uno se llamara "Casiano" y el otro "Agustín" o "Ernesto".

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  2. Hola Naila.

    Muy interesante la idea de la historia y para mejorarla te sugiero.

    1. Tener cuidado con el uso del tiempo. Saltas de presente a pasado y hace que no fluya el relato. “por qué no se supo nada de él, por qué su madre esquiva el tema, qué había atrás de todo”
    2. En dos párrafos inicias con la misma idea. “retomaba su rutina” “retomar la cotidianidad de su vida”
    3. Faltan entrecomillados para distinguir los diálogos de los personajes.
    4. Manuel bajo, con acento en la o.
    5. “se oía otro que otro”, no sé si es uno que otro.
    6. “Cuando el tío Ernesto llegó Manuel estaba parado en la puerta listo para trasladar a la tía Felisa a Tuxtla.” Creo que hace falta una coma después de llegó.
    7. Porque mencionar que le llaman la tienda del turco? Sugieres que quizás este haya sido el padre del joven? Si es así más pistas para el lector, sino cual es la razón del nombre suena despectivo.

    Nos seguimos leyendo.

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    1. De acuerdo con Ivonne. Faltó una lectura antes de subir el texto. ¡Me gustó el texto! Insisto que tienes esta vena de escritura personal a lo Virginia Woolf y que cada vez que te exploras, exploras la realidad de una forma sencilla y que hace que nos conectemos con tu pensamiento. Gracias por eso. Abrazote.

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  3. La intención de la historia está muy bien pero falta pulir, y mucho, el texto.
    1. Hay frases incomprensibles (Eva ya señaló otra): “Una semana después de haber enterrado a su madre prácticamente sólo en el panteón del pueblo, que no sólo lo vio nacer, también crecer Tonalá Chiapas.” Juat? a) el primer “sólo” va sin acento”, b) ¿el panteón lo vio nacer? c) qué tal: “en el panteón del pueblo, de ese pueblo que no sólo lo vio nacer sino que ha visto sus pasos porque nunca lo ha abandonado: Tonalá, Chiapas”.
    2. Palabras correctas pero poco oportunas: "Quién llevaba una vida aparentemente sana y tranquila. Una semana antes de su muerte amaneció desfallecida." Si va a morir, a fallecer, es poco afortunado decir que una semana antes "desfalleció".
    3. Oraciones que podrían quitarse para darle mayor fluidez al texto: "Manuel  con gusto te ayudo. Ahorita mismo voy para Tonalá".
    4. LAS COMAS. En ciertas ocasiones las comas se pueden utilizar (como los paréntesis, los guiones, etc…) para indicar qué parte del enunciado se puede quitar sin que éste pierda sentido, pues estas partes sólo dan información extra del sujeto. Por ejemplo, en la primera oración dice "Todos los días tal como lo hacía su madre, después de desayunar dirige sus pasos hacia la tienda." Y puede decir: "Todos los días dirige sus pasos hacia la tienda." Lo que quitamos sólo daba información extra del sujeto, una de índole temporal (después de desayunar) y otra comparativa (tal como su madre). La frase también podría decir: a) Todos los días, tal como lo hacía su madre, después de desayunar dirige sus pasos hacia la tienda. b) Todos los días, tal como lo hacía su madre después de desayunar, dirige sus pasos hacia la tienda. c) Todos los días, después de desayunar, tal como lo hacía su madre dirige sus pasos hacia la tienda. d) Todos los días, después de desayunar tal como lo hacía su madre, dirige sus pasos hacia la tienda.
    Salvo la opción d), todas las demás dicen "lo mismo". Pero nos dan una idea distinta del personaje. Una opción hace hincapié en presumir que habrá algún asunto edípico. Otra, en la rutina temporal. Etcétera.
    Falta revisar el texto para colocar las comas donde deben de estar y que el texto diga lo que la autora quiere decir. En esta primera línea, por supuesto, falta una coma.
    5. LA TRAMA Y LAS FRASES COMUNES. Hay frases comunes que usamos y oímos a cada rato y, de tan usadas, nos olvidamos de su significado. En este texto, la autora dice: " se dedicó a regar como pólvora por todo el pueblo, los secretos más íntimos de la tía Felisa." Aparte de la coma que sobra, la autora no se da cuenta de la contradicción que esta frase presenta a la trama: ¿si todo el pueblo sabe "los secretos más íntimos de la tía Felisa" por qué sólo Agustín es el que le podría decir a Manuel quién es su apá?: ¡ya se lo habría dicho cualquiera! Ergo, una simple frase destruye toda la intención del cuento.
    Por eso, también, hay que tener cuidado con las frases comunes. Además: despierta en el lector el morbo de saber cuáles son los secretos más íntimos de la tía Felisa. Un morbo que, si no se satisface, dejará al lector pensando que la autora es una tramposa: "me prometió los secretos más íntimos de una solterona dueña de la tienda El Turco (uy: Las Mil y Una Noches chiapanecas) y nanais".

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  4. Hola Faby!
    Siento que quisiste decir mucho en pocos renglones, a eso se debe la confusión de frases, sitios y el orden cronológico de los acontecimientos.
    Retomo la idea del Doc al sugerir la escritura de una novela, la historia da para eso: dividir por capítulos o episodios en los que se aten cabos sueltos.
    De ser un cuento cambiaría el título, si lo transformas a novela lo dejaría.
    Abrazos

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